¿Cúal fue el rol de las garantías de crédito para el leasing y la financiación de crédito durante la crisis?



ARTÍCULO PREPARADO PARA EL ANUARIO MUNDIAL DE LEASING 2022

Por Amina Chakchouk, COO de Leasing; Riadh Ben Salem, Experto en Aplicaciones y Negocios de iMX; y Riyadh Smedhi, Experto en Aplicaciones y Negocios de iMX, de CODIX

Ante la pandemia de Covid-19, una crisis que ha sacudido al mundo, las instituciones de leasing y crédito se plantearon muchas preguntas, como, por ejemplo, la de cómo gestionar la liquidez en estos tiempos difíciles. En respuesta a la crisis, se han puesto en marcha una serie de medidas de apoyo, como la reprogramación del periodo de confinamiento con suavización de los intereses capitalizados al final del contrato, moratorias en los reembolsos de préstamos y aplazamientos de los pagos de impuestos.

Mientras el mundo da de una forma lenta pero segura sus primeros pasos hacia la reapertura y la recuperación de la crisis, el panorama sigue siendo incierto. Los programas de garantía de crédito han desempeñado un papel importante a lo largo de la pandemia y se espera que apoyen cada vez más la recuperación de las Instituciones de Leasing y de Crédito.

En circunstancias normales, las PYMEs suelen tener dificultades para obtener la financiación necesaria, incluso cuando presentan proyectos viables. Esta dificultad se debe a la reticencia de las instituciones financieras a conceder créditos sin garantía, incluso a tipos de interés elevados, debido al elevado coste que supone obtener información adecuada sobre el verdadero riesgo y la rentabilidad de los proyectos que están detrás de las solicitudes de préstamo de las PYMEs.

Este fenómeno suele llamarse brecha de financiación de las PYMEs, e indudablemente las PYMEs se han visto más afectadas por este racionamiento del crédito durante la pandemia que las empresas más grandes, que siguen ciertos estándares de información.

El uso de garantías podría aliviar el racionamiento del crédito, ya que proporciona fuentes adicionales de reembolso en caso de impago. También aumenta los costes de impago del prestatario, lo que da a las PYMEs un mayor incentivo para devolver su préstamo. Sin embargo, las garantías no siempre pueden estar disponibles debido a una serie de razones. En primer lugar, el importe o el tipo de activo que servirá de garantía puede no estar disponible para las PYMEs. En segundo lugar, el valor del activo puede ser superior al importe del préstamo, lo que puede dar lugar a una infravaloración. Por último, el uso de garantías implica procedimientos legales y administrativos de alto coste.

Esto ha dificultado el acceso de las PYMEs a los préstamos durante la pandemia; al mismo tiempo, las entidades de leasing y de crédito son reacias a utilizar tipos de interés más altos para compensar el mayor riesgo, ya que corren el riesgo de ahuyentar a los prestatarios de menor riesgo y favorecer los de mayor riesgo. Si a esto le añadimos la crisis y los confinamientos en todo el mundo, tenemos un verdadero dilema.

Aquí es donde entran en juego los Sistemas de Garantía de Crédito (SGC), que podrían aliviar el déficit de financiación sustituyendo el uso de una garantía por una protección de crédito proporcionada por un avalista externo. Los SGC se utilizan en el leasing y en los préstamos para aliviar las dificultades que tienen las PYMEs para acceder a la financiación.

¿Cómo funcionan los Sistemas de Garantía de Crédito? Los SGC puede utilizar tres enfoques diferentes:

Enfoque individual. Dentro de este enfoque, el avalista aprueba de forma única o individual cada solicitud de financiación. El cliente/arrendatario/prestatario presenta su proyecto al avalista, que lo estudia. Dependiendo de la información proporcionada y del análisis de riesgos, se emite una carta de garantía al cliente, que, a continuación, solicita un préstamo en un banco asociado. El avalista no interviene en el proceso de negociación entre el prestamista/arrendador y el cliente/arrendatario.

Enfoque de cartera. Bajo este enfoque, el avalista negocia con los prestamistas los criterios para la aprobación del préstamo, así como el importe total que será avalado. Bajo este sistema, el prestamista aprueba selectivamente los préstamos a los prestatarios, cumpliendo los criterios acordados previamente e informando al avalista de su decisión.

Enfoque híbrido. En este caso, el acuerdo se basa en un modo híbrido: se aplica un enfoque de cartera a ciertos tipos de préstamos y un enfoque individual para otros tipos de préstamos/arrendamientos/tipos de financiación.

Cada acuerdo SGC establece los criterios de elegibilidad que deben cumplirse. En general, estos criterios se incluyen en el acuerdo entre prestamistas y avalistas en un caso de enfoque de cartera, y deben ser revisados por el prestamista/ arrendador en tal caso, o son comprobados por los avalistas directamente en un caso de enfoque individual.

Algunos ejemplos de criterios de elegibilidad son:

  • Tamaño de la empresa: número de empleados
  • Duración del préstamo: largo plazo, medio plazo o corto plazo
  • Tamaño/Importe del préstamo
  • Antigüedad de la empresa o del prestatario
  • Tipo/sector de actividad
  • Tipo de activo sujeto a financiación

Cobertura proporcionada por los SGC. En relación a la cobertura proporcionada por los SGC, se deben tener en cuenta varios elementos clave:

Ratio de cobertura. Cada avalista puede especificar en cada acuerdo con los prestamistas el ratio de cobertura que se puede aplicar o la fórmula del ratio de cobertura dependiendo de determinadas condiciones relacionadas a la solicitud de financiación. El ratio de cobertura más alto puede ser muy atractivo para los prestamistas, pero en general debe ser inferior al 100% para mantener la responsabilidad del prestamista por el riesgo de crédito y comprometerle a realizar un seguimiento adecuado del riesgo.

El ratio de cobertura puede ser fijo o escalable dependiendo de la situación del prestamista y su actividad o del modelo de negocio económico, la política gubernamental y el incentivo para el desarrollo del país. Entre los ejemplos de mejores ratios de cobertura, que dependen de la actividad y la situación del prestatario, se encuentran la actividad sostenible, “start-ups” más jóvenes, las mujeres, etc.

Elementos elegibles para SGC. ¿Cubre la garantía el principal del préstamo impagado o en el principal y los intereses impagados o en el principal, los intereses y las comisiones incrementadas por el arrendador/prestamista? Cada fórmula tiene sus ventajas e inconvenientes.

Duración de la cobertura. En principio, el préstamo está cubierto hasta el plazo de vencimiento, pero también puede haber restricciones. Por ejemplo, el SGC puede limitar la duración a cinco años o si las partes deciden poner fin a la garantía antes del vencimiento del crédito. El importe de la prima se reduce entonces, pero el avalista se compromete a cubrir sólo los primeros años del préstamo, que suelen ser los más arriesgados.

Límite de cobertura y limitación de pérdidas. En algunas pólizas de seguros de SGC, el avalista cubre hasta un tope el valor absoluto definido en el contrato por el importe total de las reclamaciones.

Gastos de garantía, comisiones, retirada de garantías. Cada SGC tiene su propia póliza de seguros y, según la cobertura, puede cargar gastos y comisiones que pueden ser aplicados al prestamista quien los puede refacturar al cliente, o gastos facturados por los SCG al prestamista en caso de un enfoque individual.

Los bancos cobrarán una comisión única por la emisión de la garantía que puede ser un importe fijo o un porcentaje del importe garantizado. El Solicitante deberá pagar otros gastos periódicos mientras la garantía esté activa, para que el banco pueda mantener su obligación de pago y reemitir la garantía si ésta expira a tiempo. Estos cargos variarán considerablemente en función de una serie de factores, como el valor de las fluctuaciones del tipo de cambio de la garantía, el riesgo en que incurre el banco, la relación del Solicitante con su banco y/o la duración de la garantía.

Algunos tipos de SGC, como la garantía de financiación o la conocida como cuenta de retención o de garantía, son una suma de dinero constituida al inicio del contrato de leasing/factoring para garantizar al arrendador/factor el reembolso por parte de la empresa que ha suscrito un contrato de factoring o del vendedor/socio en caso de leasing basado en el vendedor de todas las sumas debidas a la aplicación del contrato de factoring (activos no cedidos, pagos directos, etc.) o de la aplicación del leasing.

En cierto modo, esto es una reserva de dinero, que es constituida por el arrendador/factor, bien por la asignación de facturas que el factor realiza, bien por el pago de la factura del proveedor en el leasing. Esta reserva de dinero se utilizará en caso de impago para cubrir inmediatamente la deuda.

Activación de las pólizas de seguros de garantía. En general, los SGC requieren que el prestamista lleve a cabo todas las actividades de cobro judicial y los procedimientos para asegurar que el prestamista actúa de forma responsable y evitar el comportamiento oportunista del arrendador/prestamista. La garantía sólo puede activarse tras el cumplimiento de una serie de condiciones, como los ejemplos que se enumeran a continuación:

  • Se reconoce el incumplimiento del prestatario;
  • El prestamista inicia acciones legales contra el prestatario en caso de incumplimiento;
  • Se han completado procedimientos judiciales contra el prestatario.

En caso de que haya varios SGC implicados en la solicitud de financiación, se puede definir un orden de prioridad para determinar la secuencia de activación de cada uno. Por supuesto, debe aportarse la prueba de la respuesta de un SGC de mayor prioridad.

¿Cuáles son los Sistemas de Garantías del Crédito utilizadas en leasing y en préstamos? Pueden aplicarse varios sistemas de garantías:

  • Sistemas de garantía del crédito públicos – garantía proporcionada por el gobierno con el objeto de ampliar y apoyar el acceso a la financiación de las empresas en dificultades.
  • Sistemas de garantía del crédito corporativos – garantía proporcionada por el sector privado y gestionado por los empresarios. Estos sistemas pueden aportar ventajas a los prestatarios y prestamistas.
  • Sistemas de garantía del crédito internacionales – garantía gestionada y otorgada por organizaciones para apoyar el desarrollo y asistencia a países en dificultades.
  • Sistemas de garantía mutuos – garantía proporcionada por organizaciones privadas que tienen objetivos independientes de los gobiernos, pero normalmente se benefician del apoyo gubernamental.
  • Garantías de financiación gestionadas por instituciones financieras: se utilizan en gran medida en Leasing o Factoring por parte del arrendador para la autogestión y el reparto de riesgos con proveedores y vendedores. Los sistemas ofrecen mayores ventajas a los clientes de alto riesgo (por ejemplo, las nuevas empresas) y reducen significativamente el riesgo de financiación. Los sistemas de garantía de financiación son completamente independientes de los gobiernos.
  • Garantías por firma – utilizado con distintos fines para cubrir diferentes créditos. Esta garantía es el compromiso que adquiere un banco de poner fondos a disposición de su cliente o de intervenir financieramente en caso de incumplimiento por parte de éste. Asimismo, esta garantía permite a una empresa determinar su financiación, ejercer su actividad, aplazar sus pagos, evitarlos o acelerar la entrada de fondos. Se utilizan diferentes tipos de garantías por firma, como los compromisos de financiación, las garantías profesionales, los depósitos para aplazar los pagos.

Tratamiento contable de la garantía. Las garantías otorgadas no aparecen en la hoja de balance, en las cuentas contables tradicionales. Ciertamente, representan la sede de posibles riesgos futuros. Sin embargo, no se trata de una deuda hasta que no es reclamada o "movilizada" por las entidades de crédito. Se trata de compromisos que aparecen en "fuera de balance".

Sin embargo, la norma internacional de contabilidad (NIC) 39, publicada en 2005 por el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (CNIC), exige al emisor de garantías que presente los contratos de garantía financiera por su "valor justo". La literatura profesional considera que un valor es un posible valor bruto o neto.

En la contabilidad "bruta", el valor actual de las primas de garantía a recibir aparece como activo en el balance y el compromiso de garantía como pasivo. El método "neto" permite, como en la contabilidad tradicional, valores nulos netos si las condiciones son equivalentes y siempre que no haya pruebas en contrario (NIC 39, Apéndice A, GA 4 (a) 43, 44). Después de que tratamiento a valor justo de los instrumentos de préstamo -incluidas las garantías - hubiera sido objeto de críticas (45), el CNIC adoptó una nueva norma -la NIIF 9- que debería sustituir a la NIC 39 a partir de 2015 (46).

En la práctica, el tratamiento contable de las garantías emitidas no es uniforme. Por ejemplo, en la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UMEOA) las garantías se contabilizan en el Capítulo 9 de las normas contables y no en la hoja de balance (sino fuera de balance).

Deben proporcionarse las garantías que se exigirán en el pago dada la situación del préstamo. Provisiones, tanto en normas tradicionales como en nomas NIC (47) (fuente giz 2021).

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes del uso de Sistemas de Garantías del Crédito en Leasing? La utilización de SGC en leasing es tan beneficioso para las empresas de leasing como para las PYMEs. A las primeras, las permite financiar proyectos que consideran de alto riesgo, y permite a las PYMEs obtener la financiación necesaria con mejores condiciones.

Las empresas podrían obtener oportunidades de mercado que antes no estaban disponibles; gracias a los SGC también verían aumentar su credibilidad al estar respaldado por los SGC.

Sin embargo, las PYMEs deben someterse a una valoración rigurosa por parte de las entidades que proporcionan las garantías, con el objetivo de establecer un análisis financiero claro del solicitante antes de emitir la garantía. Además, todavía podría exigirse una garantía en forma de bien mueble si la garantía no es suficiente.

Los opositores de los SGC reclaman que:

  • Las instituciones financieras tienen las mejores tecnologías en préstamos y están mejor posicionadas para ampliar y aprobar crédito a las PYMEs.
  • Los SGC llevan a la agravación del riesgo moral, especialmente los SGC públicos, justificando que debe evitarse la intervención gubernamental en los mercados de crédito.
  • Los SGC conducen a costes fiscales potencialmente más elevados que superarían los beneficios de la concesión de créditos a individuos, grupos racionados.

Por otro lado, los defensores de los SGC argumentan que estos sistemas crean "adicionalidad"; es decir, que dan acceso al crédito a grupos que de otro modo no lo habrían tenido sin su existencia. Además, proporciona financiación a los grupos con racionamiento de crédito a través de los SGC puede dar lugar a un aumento de la actividad que generaría efectos indirectos en los que los beneficios sociales superan los posibles costes de los SGC (Honohan, 2010).

Para eliminar las desventajas del SGC y hacerlo más rentable y menos arriesgado para las distintas partes, hay que encontrar las tecnologías y herramientas necesarias para ofrecer o permitir la integración con el sistema de crédito y leasing.

  • Gestión de distintos tipos de garantías y SGC en el sistema de crédito y leasing.
  • Integración durante el proceso de aceptación con la provisión de una evaluación especial para SGC para evitar el alto riesgo de pérdidas o impagos.
  • Integración de escalas financieras y de precios: (i) limitarlo con la condición especial de aplicación; (ii) integrar los costes como subvenciones o comisiones que se repartirán con diferentes partes; (iii) integrar una tasa de remuneración sobre el depósito o la retirada realizada o actualizarla automáticamente en función de la situación del crédito.
  • Herramienta de buena gestión y gestión integrada de riesgos para reaccionar inmediatamente y llevar a cabo un equilibrio lo más eficiente posible para las terceras partes.
  • Integración automática con los procesos de recobro para cubrir inmediatamente lo impagado de las garantías más disponibles y, a la vez, continuar los recobros de los clientes.

Que un arrendador solicite o no una garantía de leasing depende de muchos factores, como el historial crediticio del arrendatario, el rating de crédito o la póliza de seguros de la empresa y las condiciones del leasing. En este caso, es posible que los arrendadores automaticen sus procesos de aceptación, utilizando software como iMX para solicitar automáticamente garantías y avales, siempre que el tipo de contrato o el historial crediticio del arrendatario lo requieran.

El software identifica automáticamente el importe y el tipo de garantía de leasing que debe solicitarse, en función del valor del equipo arrendado y del tipo de activo. Por ejemplo, el arrendatario puede presentar su lista de cuentas por cobrar, inventarios de activos o bienes inmuebles como una garantía, e iMX determinará si son suficientes para cubrir el riesgo de impago, en función de las condiciones específicas del contrato de leasing y la tolerancia al riesgo.

Por supuesto, el arrendador puede querer realizar una evaluación de la garantía proporcionada antes de aceptar el acuerdo de leasing. Este proceso podría automatizarse por medio de servicios de evaluación específicos que introduzcan su valoración directamente en iMX a través de portales y servicios web diseñados para ello.

También es posible parametrizar distintos motivos para la acción y utilizar las garantías, tales como los procesos de cobro judicial.

Para terminar, aunque no han eliminado por completo la necesidad de garantías, las garantías de crédito han demostrado ser esenciales para apoyar la financiación de las PYMEs, especialmente durante la crisis del Covid. Si se añade a la ecuación un sistema de gestión del leasing, las PYMEs se beneficiarán de un sistema de garantía de crédito coherente y eficaz. Incluso en las economías menos desarrolladas, los bancos están mostrando su disposición a utilizar las SGC a mayor escala.

Los SGC han jugado y continuarán jugando un papel fundamental en el mantenimiento y desarrollo de los marcos de trabajo de las garantías del crédito para las PYMEs.

Este artículo ha sido publicado en el Anuario Mundial de Leasing 2022.

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